La polaca Agnieszka Radwanska, para quien 2015 está siendo quizás su peor año en muchísimo tiempo, se enfrenta en primera ronda del torneo Premier de Stuttgart a Sara Errani, otra jugadora que no está en su mejor año pero que sin embargo ha venido de menos a más en 2015.
El histórico de enfrentamientos entre Radwanska y Errani están 7-2, muy claramente a favor de la polaca, si bien las dos veces que logró imponerse Sara fueron sobre clay, la especialidad de la jugadora nacida en Bolonia. No en vano, hablamos de quien fue finalista de Roland Garros en 2012.
Errani arrancó fatal la temporada a pesar de que hizo una digna tercera ronda en Australia. Depués de aquello, introdujo en medio un torneo sobre polvo de ladrillo; concretamente el de Río, que terminó ganando. A partir de entonces sus resultados han ido creciendo, sin exageraciones, pero la hemos visto en tercera ronda de Miami y de Charleston, un torneo cuya tierra batida ya sabemos que es poco ortodoxa.
A Radwanska parece que le hizo muchísimo daño caer contra Venus Williams en dieciseisavos de final de Australia, ya que desde entonces ha ido encadenando decepciones. De una jugadora con su ranking y calidad se espera más que un par de rondas en Dubai, Doha e Indian Wells, cayendo contra jugadoras teóricamente inferiores como Heather Watson. En Miami hizo tercera ronda pero perdió contra Carla Suárez, y en su país, en Katowice, perdió contra Giorgi. El problema de la polaca parece ser de confianza: cambio de entrenadora (Navratilova), pero los años pasan, sigue aspirando a ganar algún día un Major, y sin embargo no sólo lleva mucho tiempo sin ser vista en rondas finales de Grand Slam, sino que cada vez pierde más partidos de los que en teoría debiera ganar. Aga parece una víctima de sí misma, parece como si su propio juego ya no la emocionase; este año la hemos visto muchas veces jugar corto y blando.
Apostamos por la italiana en su superficie predilecta contra una Radwanska que está pendiente de un cambio de dinámica. Tal vez comience a darse frente a Errani, pero hasta que eso no suceda sus cuotas nos parecen un pelín exageradas y preferimos colocarnos en el otro lado
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